No existe más enojo que un bizcocho o pan de un aspecto feo. Y
lo peor de todo es que por más que se corte o se decore no quedará increíble.
Es como si un artista quisiera pintar sobre un lienzo desgarrado ¿fatal, no
crees? Así que lo mismo sucede con la repostería, ya que al final del día nadie
querrá probarlo por miedo a que sepa igual que como se ve.
Errores frecuentes al realizar un pan
Si esta situación te suena algo familiar, más vale que
conozcas esta guía de los errores para que los evites a toda costa.
Una parte del
bizcocho se ha quemado
Si alguna parte del pan o bizcocho ha salido quemado puede
ser porque el molde es muy grande, es profundo, está tocando otros moldes que se
encuentran dentro del horno o es de color oscuro. Este último pareciera una
tontería, pero influye en la temperatura, ya que se concentra y no se alcanza a
repartir.
La superficie del
bizcocho presenta grietas
En ocasiones al sacar el bizcocho del horno suele presentar
grietas enormes por toda la superficie, lo que puede causar que se rompa al
desmoldarlo. Esto puede ser porque la temperatura del horno es alta o que
se ha excedido en el tiempo de horneado.
El bizcocho ha
crecido de forma irregular
A veces los bizcochos tienen forma irregular, unos más bajos
del centro, otros más altos de los bordes, con joroba o volcán. Así que puede
que la masa tiene un exceso de harina o que el horno tiene una temperatura muy
elevada.
No dejes de leer: Unos cuantos
tips de repostería para principiantes
Queda apelmazado el
bizcocho
Cuando la miga queda muy compacta, algo apelmazada y sin
agujeros en el interior terminar por ser un bocado muy pesado y cuesta masticar.
Suele ser por que no se ha batido bien, se dejo por mucho tiempo en el molde o
la temperatura del horno era muy baja.
Ahora solo queda practicar y practicar para evitar cometer
errores. Ya sabes que el tener un bizcocho perfecto es llevar un 50 % bien, ya
solo queda darle ese decorado para que luzca espectacular ¿Te animas a intentarlo de nuevo?