El drenaje linfático es una técnica para las venas varicosas,
pero no solo se aplica en esta parte del cuerpo, dado que tu rostro también puede favorecerse con esta técnica que consiste en llevar a cabo movimientos
lentos y delicados de bombeo y diversas presiones en determinadas zonas para
que las moléculas, las toxinas y los líquidos fluyan hacia los ganglios del
cuello que después drenarán a la zona torácica. Por tanto, el drenaje linfático facial comienza en el
cuello y se trabaja el rostro de abajo a arriba.
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Motivos para animarse al drenaje linfático facial
Por el simple motivo que gracias a él podrás eliminar las toxinas que se acumulan en los
tejidos y movilizar, por ende, los líquidos que quedan retenidos en el
cuerpo, mejorar la microcirculación, oxigenar los tejidos y reforzar el sistema
de defensa.
También puedes tratar la rosácea, que es una enfermedad inflamatoria
crónica de la piel que afecta
directamente a los vasos sanguíneos causando enrojecimiento, inflamación y congestión;
y el acné, porque ayuda a disminuir la proliferación
de bacterias.
Por otra parte, ayuda a bajar el estrés y la ansiedad, mejorar el aspecto de la piel, las ojeras y las líneas de expresión.
Por otra parte, ayuda a bajar el estrés y la ansiedad, mejorar el aspecto de la piel, las ojeras y las líneas de expresión.
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Incluye el drenaje linfático facial como parte de tu rutina
para lucir siempre radiante.